Recoleta: trasladaron en barco un pétalo de la Floralis Genérica y la restauración estaría completa a mediados de noviembre
El operativo para trasladar el primer pétalo de la Floralis Genérica comenzó el jueves en la planta industrial de Baradero.
El Gobierno porteño, a través del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, informó que se realizó un operativo especial para trasladar e instalar el primero de los dos pétalos restaurados de la Floralis Genérica, dañada en el temporal de fines de 2023. La reparación completa estaría lista a mediados de noviembre.
Un comunicado del ministerio explica que la pieza de aluminio y acero pesa más de tres toneladas y recorrió 150 kilómetros a bordo de una barcaza por el Río Paraná para integrarse a la estructura principal en la Plaza de las Naciones Unidas, en el barrio de Recoleta (Comuna 2).
“La Floralis Genérica representa mucho más que una escultura monumental de 18 toneladas de acero y aluminio. Es un verdadero ícono de nuestra identidad y estamos orgullosos porque gracias a un intenso trabajo volvemos a verla brillar”, sostuvo el jefe de Gobierno, Jorge Macri.
El operativo de traslado marcó el inicio de la etapa final de la recuperación de la Floralis, que debió ser intervenida luego de que el fuerte temporal de diciembre de 2023 provocara el colapso de dos de sus pétalos. Desde entonces, el Gobierno porteño llevó adelante un trabajo integral para su restauración estructural, que incluyó la aplicación de técnicas utilizadas en la industria aeroespacial. Se prevé que el segundo pétalo restaurado realice una travesía similar durante el mes de noviembre y así la Floralis finalmente volverá a estar completa.
“Cada paso de este operativo refleja el trabajo minucioso que venimos haciendo desde hace meses para devolverle a la Ciudad uno de sus íconos. Trasladar una pieza de esta magnitud es resultado de semanas de planificación y coordinación. Estamos en la etapa final de un proceso que tiene como objetivo que la Floralis vuelva a brillar como símbolo del patrimonio y la identidad porteña”, afirmó el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi.
El operativo para trasladar el primer pétalo de la Floralis Genérica comenzó el jueves en la planta industrial de Baradero donde se llevó a cabo la restauración. La pieza fue izada con una grúa de gran porte y cargada sobre un camión carretón, diseñado para soportar su peso y dimensiones. El viernes, el pétalo fue trasladado al puerto local, donde nuevamente fue izado y embarcado para su transporte a través del Río Paraná. La barcaza zarpó rumbo al Puerto de Buenos Aires ese mismo día por la tarde.
El sábado, luego de recorrer más de 150 kilómetros por el Río Paraná y el Río de la Plata, el pétalo arribó al Puerto de Buenos Aires. Con la asistencia de una grúa, fue descargado y colocado sobre un nuevo camión carretón preparado para cubrir el tramo final del recorrido por tierra. Durante la madrugada del domingo, una vez que las condiciones de tránsito lo permitieron, el convoy avanzó desde la zona portuaria hacia la Plaza de las Naciones Unidas, en Recoleta, donde se encuentra emplazada la estructura de la Floralis.
Dadas las dimensiones de la pieza y las condiciones urbanas del recorrido, se definió una operación logística de alta precisión, coordinada entre diversos organismos técnicos e institucionales. El plan contempló intervenciones puntuales en distintos sectores del trayecto desde el puerto: cortes temporales de cartelería, giros de semáforos y señalética vial, podas de ramas, elevaciones de cables y, sobre la plaza, la construcción de un camino doble de madera que facilitó las maniobras y el acceso del carretón a la zona de emplazamiento. Finalizado este último traslado terrestre desde el puerto, se iniciaron las tareas que concluyeron con el montaje del pétalo restaurado en el tallo de la Floralis.
Creada y donada por el arquitecto argentino Eduardo Catalano, la Floralis Genérica fue inaugurada en 2002 y es reconocida por sus seis pétalos de acero inoxidable y aluminio: una estructura que en total pesa 18 toneladas y alcanza más de 20 metros de altura. El 17 de diciembre de 2023 un fuerte temporal provocó el colapso de dos de sus pétalos. La Ciudad realizó entonces un análisis estructural de la obra. En un primer lugar, para su resguardo, los pétalos dañados fueron trasladados al predio de Infractores de Tránsito, ubicado detrás de la Facultad de Derecho, cerca de la Plaza de las Naciones Unidas.
En octubre de 2024 se abrió una licitación para realizar los trabajos de restauración. En enero de 2025, los pétalos dañados fueron cargados con el apoyo de una grúa pluma de gran porte sobre camiones carretones y trasladados hasta la planta industrial ubicada en la ciudad de Baradero, donde se ejecutarían las tareas de reparación. Aunque aquel traslado fue posible por tierra, ahora las dimensiones de los pétalos enteros ya restaurados imposibilitaban su retorno a la Ciudad de Buenos Aires por las vías terrestres disponibles.
En la planta industrial de Baradero, los pétalos se montaron sobre cunas de hierro. Se desmontaron los paneles de recubrimiento de aluminio y se retiraron largueros y costillas de acero dañadas, incluidas estructuras que habían sido agregadas en viejos arreglos parciales. Como parte del proceso de restauración también se realizó una limpieza y arenado para eliminar óxido, corrosión y otras impurezas de la superficie metálica.
Completadas estas primeras tareas, se efectuaron los llamados “ensayos de materiales no destructivos”, un conjunto de técnicas utilizadas en las industrias aeroespacial y automotriz que permiten evaluar el estado de las piezas sin dañarlas. Se realizó una inspección asistida con equipos ópticos para detectar defectos superficiales. Además, se aplicó el método de corrientes parásitas, que a través de la inducción de corrientes eléctricas en el material permite detectar posibles defectos o variaciones en sus propiedades. Por último, se utilizó una técnica de líquidos penetrantes, que consiste en aplicar un líquido coloreado que se introduce en las discontinuidades superficiales y permite observarlas con mayor detalle.
Con los resultados de estas evaluaciones se avanzó en distintos ensayos de cálculo, verificaciones a vientos y modelado de piezas en 3D para proyectar el comportamiento estructural de la intervención. Este trabajo permitió realizar el plantillado de las nuevas piezas y comenzar la fabricación de cada componente según las dimensiones y formas necesarias para integrarse al pétalo.
Una vez fabricadas las piezas nuevas y verificados los componentes originales, se inició el rearmado de los pétalos con sus largueros, costillas y refuerzos. Las piezas se unieron entre sí mediante bulones especiales, utilizados en aeronaves y componentes aeroespaciales por su alta resistencia a la tracción y la fatiga, y por ofrecer un ensamblaje preciso que minimiza el riesgo de aflojamiento por vibraciones.
Finalizado este paso, comenzó el reemplazo de chapas de recubrimiento de aluminio, fijadas a las platabandas —la parte de la estructura que conforman los largueros principales— con remaches de acero inoxidable. Además, se realizó la evaluación de las articulaciones que vinculan los pétalos con la raíz de la Floralis.
Completada la restauración, se realizó el traslado del primero de los pétalos de regreso a la Ciudad de Buenos Aires y su instalación en el resto de la estructura. Si las condiciones climáticas lo permiten, dada la complejidad del traslado, el segundo pétalo será transportado en la primera quincena de noviembre y la Floralis Genérica volverá a estar completa y restaurada.