Este viernes por la tarde, una vez que se aprobó en general la Ley Ómnibus en Diputados de la Nación, se produjeron incidentes y represión en las inmediaciones del Congreso de la Nación, en torno a Entre Ríos y Rivadavia.

La ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich afirmó: “Presentaremos una denuncia penal y pediremos la identificación de todos los que quemaron bienes públicos tirando piedras, destruyendo todo al pasar y atacando a funcionarios policiales. Felicito el profesionalismo de las Fuerzas Federales. Las organizaciones deberán pagar los daños causados y los gastos del operativo. El que las hace, las paga”.

La abogada María del Carmen Verdú, integrante de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) afirmó: “Tercer día consecutivo de represión dirigida por @PatoBullrich al servicio de @JMilei y sus socios capitalistas. Hoy arrancaron directamente contra trabajadores de prensa con cámaras profesionales. @aRGra_ @sipreba lo vienen advirtiendo, no quieren que se registre la represión”.

Durante la tarde no hubo problemas e incluso se llevó a cabo un festival con música en vivo convocado por el colectivos Unidos x la cultura, que rechazaba el cierre de organismos estatales ligados a las artes, la comunicación y la cultura.

Una vez que se aprobó la Ley de Bases en general se produjeron algunos empujones entre manifestantes y efectivos de fuerzas federales.

Al inicio, hubo encontronazos a la altura de Entre Ríos y Rivadavia. Efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) empujaron para que la gente suba a la vereda. Incluso tiraron gas pimienta contra un grupo de jubilados.

Al caer la noche los manifestantes bloquearon la avenida Rivadavia e incluso armaron una barricada con maderas y un colchón, el cual prendieron fuego.

También hay imágenes de gente encapuchada rompiendo las baldosas de la Plaza Congreso para arrojarla contra los efectivos.

En paralelo, uniformados en moto de la Policía Federal Argentina (PFA) circulaban y tiraban balas de goma para hacer retroceder a los manifestantes.