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Recoleta: montaron el último pétalo de la Floralis Genérica tras el viaje en barcaza

Una tormenta en diciembre de 2023 había dañado dos pétalos del monumento.

Publicado el 8 de diciembre de 2025|

Este fin de semana llegó desde una planta industrial en Baradero el segundo pétalo restaurado, completando la intervención de la Floralis Genérica del barrio de Recoleta (Comuna 2), que se había dañado en la tormenta de diciembre de 2023.

El regreso de cada pétalo a la Ciudad también fue un operativo complejo: grúas, transporte hasta el puerto de Baradero, navegación por el Paraná y el Río de la Plata, y finalmente el tramo terrestre hasta Recoleta. Cada operación llevó más de tres días seguidos de trabajo.

Los trabajos se extendieron durante dos años e incluyeron análisis estructurales, reparaciones con técnicas propias de la industria aeronáutica y complejas maniobras de traslado y montaje. .

El jefe de Gobierno, Jorge Macri, destacó que se trató de una de las tareas de preservación patrimonial más desafiantes, dado que cada pétalo tiene un diseño único. Esta mañana, la pieza de más de tres toneladas fue colocada nuevamente en el tallo de la escultura; el primer pétalo ya había vuelto en octubre. Cada traslado combinó viajes por río y por tierra a lo largo de más de 150 kilómetros.

Según Jorge Macri, la Floralis también contará con un nuevo sistema de iluminación que potenciará su presencia nocturna. El ministro de Espacio Público, Ignacio Baistrocchi, subrayó que la escala del operativo no se asemeja a ninguna obra previa en el espacio público porteño.

La restauración fue posible gracias al apoyo del sector privado a través del Régimen de Patrocinio, con la participación de Naranja X, Axion y Samsung. Para celebrar la recuperación de la obra, este sábado habrá actividades gastronómicas y musicales en la Plaza de las Naciones Unidas.

Diseñada y donada por el arquitecto Eduardo Catalano, la Floralis Genérica fue inaugurada en 2002 y está compuesta por seis pétalos metálicos que, en total, pesan 18 toneladas y superan los 20 metros de altura. Tras el temporal, la Ciudad realizó estudios estructurales y licitó las reparaciones.

En enero, los pétalos dañados fueron enviados a Baradero, donde se desmontaron sus recubrimientos de aluminio y se retiraron piezas internas deterioradas, incluso algunas incorporadas en arreglos antiguos. La superficie metálica fue limpiada y arenada para eliminar corrosión.

Luego se efectuaron pruebas no destructivas usadas en la industria aeroespacial: inspecciones ópticas, corrientes parásitas y líquidos penetrantes, para detectar fallas. Con esos resultados se hicieron simulaciones, cálculos y modelados 3D para planificar la intervención.

Una vez fabricadas las nuevas piezas y revisadas las originales, comenzó el reensamblaje con largueros, costillas y refuerzos, usando bulones de alta resistencia similares a los de aeronaves. Después se colocaron nuevamente las chapas de recubrimiento y se revisaron las articulaciones que conectan los pétalos con la base.

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Revista La Unión – Edición Nº 154 – Septiembre 2025