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Foto: NA

Misa con García Cuerva por los 50 años del asesinato delPadre Mugica: “Entregó su vida por Jesús y el Evangelio”

El evento se desarrolló en el Luna Park, tras una movilización que inició en la Catedral Metropolitana.

Publicado el 13 de mayo de 2024|
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El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presidió este domingo en el Luna Park (Comuna 1) la misa por los 50 años del “martirio” del presbítero Carlos Mugica, tras una marcha multitudinaria desde la Catedral Metropolitana, frente a Plaza de Mayo.

“Hoy nos convoca recordar y hacer memoria agradecida de quien encarnó, hace 50 años, esas palabras: el padre Carlos Mugica, sacerdote de Cristo, del clero de Buenos Aires, pastor de la Iglesia que entregó su vida por Jesús y el Evangelio, jugándose por entero en la Argentina convulsionada y violenta de las décadas del sesenta y del setenta”, contextualizó García Cuerva.

“Queremos, con los ojos limpios por las lágrimas de tanto llanto de nuestro pueblo, por muchos fracasos, por promesas incumplidas y por una calidad de vida que se fue deteriorando a pasos agigantados a lo largo de estos cincuenta años, rezar juntos y hacerlo desde aquella oración de Mugica que conocemos y tiene aún tanta vigencia: ‘Meditación en la villa’, escrita por él en 1972”, agregó.

La Eucaristía fue concelebrada por el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Lozano; el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea; el obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera; el obispo de San Justo, monseñor Eduardo García; el obispo de San Martín, monseñor Martín Fassi; los obispos auxiliares de Buenos Aires, monseñores Gustavo Carrara y Alejandro Giorgi; monseñor Oscar Miñarro, obispo auxiliar de Merlo-Moreno; y unos cincuenta sacerdotes, muchos de ellos integrantes de la Pastoral de las villas de emergencia, consigna AICA.

“Al final de la ‘Meditación en la villa’, nuevamente, y desde lo más profundo de su corazón sacerdotal, el padre Carlos vuelve a decir al Señor: ‘Ayúdame’. Cincuenta años después, ayúdanos, Señor, a no bajar los brazos, ayúdanos a vivir como hermanos, ayúdanos a construir una Argentina grande, una Patria de hermanos, ayúdanos a no callar el anuncio del Evangelio, ayúdanos a seguirte con fidelidad y valentía, como el padre Carlos Mugica, entregándonos hasta dar la vida”, concluyó García Cuerva.

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