Los cuatro sindicatos docentes afiliados a la CGT (UDA, AMET, CEA y SADOP) y la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) convocaron a un paro nacional de 24 horas para el jueves 23 de mayo. Alcanza a todas las áreas del sistema educativo, desde la educación inicial hasta la universitaria. En algunos casos, el miércoles 22 habrá una jornada de lucha.

Los gremios denuncian retrasos salariales y la falta de convocatoria del Gobierno de Javier Milei a la mesa paritaria nacional del sector, aseguran que al estar estancada desde diciembre de 2023 hubo déficit de $250.000.

El secretario de Políticas Educativas de la CGT, Sergio Romero, quien encabeza la Unión Docentes Argentinos (UDA), convocó a una conferencia de prensa este martes a las 15.30 en la sede de Azopardo 802 para exponer los alcances de la medida de fuerza.

“El sistema educativo en la Argentina está atravesando una crisis muy profunda y hemos tratado de colaborar para superar esta situación, pero lamentablemente no se pudo encontrar una solución con el Gobierno”, adelantó Romero ante Infobae.

“En lo salarial nunca se han visto en el país salarios iniciales por debajo de la línea de pobreza y en algunos casos debajo de la línea de indigencia, y por eso este cuadro hay que revertirlo rápidamente”, agregó.

“Tenemos docentes pobres que no alcanzan a cubrir sus necesidades indispensables. Muchos de ellos son jefes de familia y eso es gravísimo, es parte de una crisis profunda en el tema salarial”, resaltó el sindicalista.

En un comunicado, AGD-UBA explicó: “El salario no se negocia. Profundicemos el plan de lucha
22 de mayo, jornada de lucha. 23 de mayo, paro nacional. Esta semana el gobierno y el rectorado anunciaron un acuerdo por el cual le girarán fondos a la UBA y esta dejará atrás la emergencia presupuestaria”.

“Solo es para los gastos de funcionamiento de la UBA. NADA para otras universidades, NADA para salarios docentes y no docentes ni para terminar con el trabajo gratuito, NADA para ciencia y tecnología, NADA para las obras sociales que están en terapia intensiva. NADA para becas estudiantiles, comedores o albergues. Sólo para funcionamiento de la UBA, que representa menos de un 10% del presupuesto. Para más del 90% restante no sólo NADA sino que ni siquiera se dice algo”, plantearon.

“El Consejo Superior de la UBA que acaba de votar este acuerdo y da por concluida la “emergencia presupuestaria”, evidentemente no consideró como parte de la emergencia el brutal atraso salarial que lo ha reducido a la mitad”, sumaron.

“Los salarios de la docencia ya se depreciaron a niveles por debajo de la línea de pobreza: de diciembre a esta parte sólo aumentaron un 48,7% frente a una inflación del 106,7%. Decenas de colegas dejan su cargo para trabajar en otro nivel de la docencia o en la actividad privada y miles continúan trabajando gratis. Y ni siquiera hay convocada paritarias. En los pasillos de las universidades y en distintos medios de comunicación, se vincula el giro del presupuesto a la UBA con las gestiones para que el radicalismo vote la Ley Bases. Hasta el propio bloque de senadores de la UCR lo hizo explícito en un comunicado”, alertaron.

“Esta defección en la lucha cuando la emergencia sigue, luego de la movilización más grande de la historia en defensa de la universidad, que puso más un millón de personas en las calles para acompañar nuestro reclamo, hace más necesaria que nunca que docentes, no docentes y estudiantes profundicemos nuestra lucha. El 22 todos a la jornada de lucha, el 23 paremos la UBA y todas las universidades del país. Volvamos a poner en pie un movimiento para que la universidad siga siendo pública, gratuita, científica y para que sus docentes puedan vivir de su trabajo”, concluyeron.