La fundación Vía Libre presentó una cautelar para que no se implemente la Boleta Única Electrónica (BUE) y pide usar boleta de papel en las elecciones porteñas de este año: las PASO del 13 de agosto, las generales del 22 de octubre y la posible segunda vuelta de aspirantes capitalinos en noviembre. La medida quedó en manos del Tribunal Electoral de la CABA.

El GCBA estableció que habrá elecciones “desdobladas y concurrentes” en la Ciudad. Así, decidió que se utilizará la BUE para elegir cargos porteños: jefe de Gobierno, legisladores y comuneros. Presidente y diputados, cargos nacionales, se elegirán con boleta de papel.

Vía Libre asegura que la BUE no cuenta “con las garantías suficientes para el cabal cumplimiento de los derechos en juego”. “Tanto el sistema informático contratado para la incorporación de tecnologías a los próximos comicios como la falta de acciones de concientización y capacitación, son conductas (por acción una y por omisión la otra) del Gobierno porteño cuya consecuencia es la amenaza inminente del derecho al voto y a la representación política que asisten a la ciudadanía”, fundamentó en la cautelar.

El GCBA licitó el servicio y contrató a Magic Software Argentina (MSA), la misma empresa a cargo de implementar la BUE en las elecciones de 2015. Hubo denuncias por irregularidades en esos comicios.

“Hace años que venimos alertando que la boleta electrónica pone en riesgo la integridad del derecho a votar y que se trata de un sistema con múltiples problemas, susceptible de un posible ataque físico a las máquinas o de una modificación remota de la información del chip donde se imprime el voto”, dijo a Página/12 la activista de Vía Libre, Beatriz Busaniche.

“También que es prácticamente imposible hacer una auditoría como corresponde. Este año se suma el problema de la elección desdoblada y concurrente, que está muy desorganizada, por lo que las alarmas son mayores. Ante la urgencia, decidimos apelar a la justicia”, agregó.